LOS CHICOS DE COLÓN

Los alumnos de 5º logran el primer puesto en el certamen Cantalenguas, un concurso de colegios de toda la provincia sobre canto en idioma extranjero, interpretando el tema "Los chicos del coro"
Ellos y nosotros. Ellos con sus camisetas negras y sus manos teñidas de una sustancia fluorescente rosa en el patio de bucatas, preparados para el asalto al escenario para recoger su merecido, merecedísimo trofeo; nosotros en el gallinero, gritando como si no hubiera más niños en el mundo que los nuestros, los mismos que nos han emocionado hasta las lágrimas hace un momento. Ellos inquietos pero correctos bajo la atenta y discreta mirada de su profesora a la espera de la recogida de su galardón, que fue el primero de su categoría de Primaria de Cantalenguas 8, el octavo concurso provincial de canciones en lenguas extranjeras; nosotros desobedientes como párvulos, con la voz en grito, haciendo con nuestras manos las señales de victoria que ellos se merecen. Hemos escuchado cosas esta mañana pero ninguna nos ha llegado tan dentro como la de nuestros hijos, y decimos nuestros con orgullo: hemos oído a los Beatles cantar que lo único que necesitamos es amor y nos hemos mirado unos a otros para decirnos que es verdad; hemos visto a Rocky Balboa afirmar que no hay límites para el esfuerzo y que no hay metas inalcanzables. Y después, porque ellos, los nuestros, fueron los últimos en aparecer (eso de que los últimos serán los primeros es una verdad como un templo), después los hemos vistos a ellos, con su ropa oscura sobre las tablas, cantando en francés, alzando sus voces limpias más allá del teatro en el que estábamos y dibujando con sus manos las palabras en el lenguaje de signos. Para entonces nosotros ya llorábamos, para entonces ellos eran ya unas estrellas. De repente la luz se vino abajo y ya no les veíamos las caras, sólo distinguíamos sus brazos y sus dedos rosas, como si fueran sus manos las que tuvieran voz y nos estuvieran elevando más alto de lo que habíamos podido soñar esa mañana. Ganaron. Si somos los mejores bueno y qué. Ellos no cabían en sí de su alegría. Nosotros tampoco. Son grandes entre los grandes y buenos entre los buenos. Dice la canción que han cantado: «Alegrías infantiles, olvidadas, borradas demasiado pronto, una luz dorada brilla eternamente, al final del camino». A estos niños, a los nuestros, no va a haber quienes les borre su alegría infantil. Ni a nosotros la de la haberla compartido con ellos una mañana irrepetible de junio.
Fuente: Clases de 5º

Comentarios

  1. Como me alegro de que hayáis sido capaces de hacer algo tan bonito, enhorabuena

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